El exANSES habla del escándalo de los seguros y su salida abrupta del Gobierno: "Fue injusta"
El fugaz titular de la Anses de Javier Milei, Osvaldo Giordano, afirma que todavía no definió su futuro laboral. No aún luego de su intempestivo desplazamiento del ente previsional, luego de que su esposa y diputada nacional, Alejandra Torres, votara en contra de ciertos puntos de la Ley Bases durante su debate en Diputados.
A pesar de que hace un mes que ya no ocupa el cargo, su nombre no dejó de rondar en el debate público. Su decisión de terminar un contrato de seguros con Nación Seguros, que había heredado de la administración anterior, desembocó en una investigación periodística que dio origen a la causa que hoy tiene como imputado al expresidente Alberto Fernández y otros funcionarios y brokers que actuaban antes de la asunción de Milei.
Giordano es uno de los mayores expertos previsionales del país. Indica que el rumbo para la recuperación de los haberes jubilatorios todavía dista de haberse encauzado. Por lo pronto, alega que un primer paso es la detección de sobrecargos que permitan ahorrar partidas presupuestarias. En el Boletín Oficial de ayer se puso en marcha el nuevo esquema de seguros que había propuesto, el cual ahorraría un 40% respecto al sistema anterior.
- ¿Qué sensación le genera ver eso pese a no estar más en el cargo?
- Es una coronación de lo que nosotros hicimos. Llegamos en diciembre, cortamos este tema de los seguros, pero tuvimos que decidir sobre temas incluso más complejos e importantes que este. El tema de la póliza lo decidimos porque vencía a fines de febrero y al comparar las alternativas elegimos pasar a un sistema de autoseguro porque era más barato y organizar su estructuración. En eso estábamos cuando llegó mi desvinculación al organismo. Mi sucesor se hizo cargo de eso ahora.
- ¿En qué otras acciones avanzaba y no llegó a completar su objetivo por su desplazamiento de la Anses?
- Trabajábamos en mejoras de la gestión, principalmente en los criterios administrativos, porque vimos una cierta obsolescencia en la forma de funcionamiento, que generaba una serie de ventanas de oportunidad desde el punto de vista de bajar costos y mejorar los servicios. En el tiempo que estuvimos redujimos la planta política por unas 480 desvinculaciones, un ahorro aún más importante que el de los seguros. Además de seguir investigando el tema de las contrataciones nos quedó pendiente la introducción de más tecnología para la administración del organismo.
- ¿Cómo planeaba ser esto?
- Queríamos que los trámites sean más ágiles, simples y breves para la gente. La mayoría o casi la totalidad de los trámites en Anses son manuales; es decir, la gente tiene que ir a la oficina. Eso implica tiempo y costo para el organismo. En nuestra experiencia en Córdoba implementamos prácticamente el 100% de los trámites por vía digital, trabajando de manera más eficiente y controlada. Ahí hay un campo enorme de oportunidades para mejorar la gestión.
- ¿No le sorprende que no se haya hecho en las gestiones anteriores?
- Totalmente. A pesar de que la caja de previsión de Córdoba tenga una escala de recursos más chica, la gente no va a hacer trámites y una jubilación demora una semana en tramitarse. Nos sorprende mucho que acá todo sea manual. Eso motiva que al final la gente se canse y tenga que buscar un intermediario, porque se hace todo muy engorroso.
- ¿Qué trámite le sorprende que siga en pie?
- La fe de vida, por ejemplo. Toda la información que se necesita ya la tiene el Estado. Las defunciones pasan por el registro civil, ¿por qué obligar a todos los jubilados a estar demostrando estar vivos? Otro ejemplo muy masivo es la AUH, ¿por qué la gente tiene que ir y demostrar que lleva a su hijo al colegio y que fue al hospital público cuando fue a una escuela pública y un hospital público que tiene esa información? Son todos ejemplos de cómo se le complica la vida a la gente, porque eso es costo, tiempo, demoras, y también se complica la vida del organismo, porque son todos papeles que hay que procesar con todos los riesgos que eso significa desde el punto de vista de la seguridad y con las demoras que implica.
El escándalo de los seguros
- El caso de Nación Seguros, destapó un entramado de presunta corrupción en el organismo que usted presidió, ¿cree que hay muchos casos más por descubrirse en la Anses?
- Todo lo que hicimos fue comparar el sistema de Nación Seguros con otra alternativa y encontrar una brecha grande de costos. Pero nunca tuvimos un indicio de cuál era el motivo por el cual había esa brecha. Yo tenía el prejuicio de que el autoseguro es más eficiente para ese tipo de seguro, por la escala que tiene y por la simplicidad que tiene. La explicación del entramado surge a raíz de una nota periodística, nosotros no la conocíamos. Para mí fue una sorpresa. Que hay cosas parecidas en términos de posibilidades, de oportunidades de mejora, sin duda. Hay mucho gasto por eficientizar.
- ¿Habló con Mariano de los Heros, su sucesor?
- Solo cruzamos algunos mensajes y parte de mi equipo continuó en el cargo colaborando. Siempre manifestamos la total predisposición a hacer una transición ordenada, que de hecho fue más larga de lo previsto porque a mí me pide la renuncia Nicolás Posse y acordamos con Sandra Pettovello que la ponía a disposición hasta tanto se designara un nuevo responsable. Eso demoró bastante.
- El gobernador Martín Llaryora dijo que lo recibiría con los brazos abiertos para ser parte de su gestión, ¿definió cómo será su futuro laboral?
- Le agradezco a Martín no solo por esa oferta, sino por el apoyo y el reconocimiento en un momento profesional difícil como lo fue la forma en que se desencadenó mi vinculación con el Gobierno. Pero él está en un inicio de gestión con su propio equipo y creo que voy a restar más de lo que pueda sumar en un momento como este. Prefiero sondear alguna otra alternativa. La verdad es que no tengo ninguna oferta concreta.
El futuro de las jubilaciones
- Ya estando afuera del Gobierno, ¿qué medidas deberían tomarse en la cuestión previsional para que los jubilados puedan recomponer el poder de compra de sus haberes?
- Lo primero es mejorar la gestión previsional. Obviamente no le va a cambiar el haber al jubilado, pero le va a hacer más simple la vida. Hay una tarea que queda pendiente ahí. La Anses también tiene que recuperar un rol importante en el aporte de evidencias en relación a cuál es la situación actual y futura en base a la demografía que tiene trazada la Argentina, aportando información que permita analizar alternativas de políticas públicas. Esa es una cuenta pendiente de la Anses y es muy relevante que lo haga para tener evidencias más sólidas para las decisiones que se tomen.
- ¿Y al respecto de la movilidad?
- En el mundo la movilidad es un tema menor. Lo fundamental son las reglas de cómo se organiza el sistema. Para eso no hay una receta única, hay muchas. Lo que se necesita son evidencias para poder discutirlas con la mayor objetividad posible y en función de eso tomar una decisión que naturalmente tiene que terminar en una ley del Congreso que ordene de manera más integral el sistema, que con el pasar de los años se va a presionar cada vez más porque la población argentina se está envejeciendo.
- Según IARAF, los jubilados fueron el 43% del ajuste fiscal en el último bimestre, ¿no cree que el shock sobre este sector fue demasiado severo?
- Sí, yo creo que es muy fuerte el golpe. Estamos en el nivel de haberes más bajo del siglo, incluso peor que la crisis del 2002, con todo lo que eso implica. Urge buscar paliativos.
- ¿Y qué aconseja?
- Lo primero es buscar un mecanismo de actualización de los haberes más acorde a la inflación, es decir, que por lo menos no sigan perdiendo; y luego asistir con bonos que sirvan de ayuda, siempre en el marco del respeto de la restricción fiscal. Pero la discusión de fondo es cómo tener un sistema más sustentable y más equitativo.
- ¿Propone que se estabilice la base de las jubilaciones mientras se discuten cambios estructurales?
- Exacto. Hay que hacer una especie de periodo de transición que lo mínimo debería ser esto de la actualización mensual en base a inflación: por lo menos no van a perder más de lo que ya hicieron, que es un montón, y luego compensar con bonos en la medida de lo posible y, particularmente, a los que aportaron toda su vida. Mientras tanto, hay que ordenar el sistema de manera integral.
- Usted protagonizó un raid mediático significativo en la última semana, ¿sentía la necesidad de contar su verdad después de su despido intempestivo?
- Me pareció necesario dar una explicación de cómo fue mi desvinculación, porque se decía que mi llegada fue parte de un acuerdo político del Presidente con Juan Schiaretti y Martín Llaryora y eso no fue así. A mí me convocó primero Guillermo Francos y después la ministra Pettovello por mis antecedentes y el reconocimiento de que podía hacer el trabajo de buena manera. El desencadenante de mi desplazamiento es el voto de mi pareja en el Congreso. Considero que toda la situación fue injusta. Me parece que era importante aclararlo, no con enojo, porque no lo tengo, pero sí transmitir que generó dolor porque estábamos entusiasmados porque había muchas oportunidades de mejoras. Hay que dar vuelta la página.
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